Dicho esto, nos preguntaremos: ¿En qué medida nos influye la genética?
Se dice que, "todo ser vivo nace de otro semejante a él", o sea, que posee "caracteres" semejantes a los de su progenitor. Y estos "caracteres" o características lo hacen pertenecer a una misma "especie". ("Especie", es un término que se refiere al conjunto de cosas semejantes entre sí, por tener uno o varios carateres comunes entre sí).
Hasta ahora todo apunta a que la genética estudia los caracteres semejantes que se transmiten de padres a hijos, aquéllos que los hacen parecerse entre sí. Pero sucede que también presentan aquellos caracteres que no son semejantes, que varían, y a los cuales dentro de esta ciencia se los denomina "variaciones", y que también son transmitidos genéticamente, o son influenciados por el medio ambiente, al cual se lo denomina "paratipo".
Los más fáciles de observar son los genes que se refieren a caracteres físicos. Estos pueden transmitirse dentro de una misma familia a través degeneraciones:
O dentro de la misma familia y en la misma generación, por ejemplo, entre hermanas:
Incluso en ciertas ocasiones podemos observar el gran parecido entre los caracteres de personas que no son de la misma familia. Esto no se denomina trascendencia genética, sino que es fruto de la casualidad.
A continuación, vamos a explicar cómo se transmiten los genes, y por tanto, los caracteres anteriormente mencionados. Para ello, debemos hablar de la reproducción en los seres humanos.
Cuando se crea un nuevo ser, un bebé, es consecuencia de la unión de una célula del padre, el espermatozoide, con una célula de la madre, el óvulo. El espermatozoide y el óvulo son células un poco especiales y son las únicas del organismo que sólo tienen la mitad de cromosomas.
En el espermatozoide están las características o rasgos del padre. En el óvulo están las características o rasgos de la madre. Cuando estas células se unen, también se unen sus cromosomas; los genes se mezclan, y se forma un nuevo "libro", donde estarán escritas las características del futuro bebé. Por tanto, todos somos una mezcla de los genes de nuestros padres. La mitad de la información genética que contienen tus células vienen de tu padre, y la otra mitad, de tu madre. El óvulo y el espermatozoide dan lugar a los gametos de los que constará el futuro bebé. Este proceso se lleva a cabo mediante varias etapas, mostradas en el siguiente esquema:






